Administrativo/NILDRE PADRON.
Yo me siento “rondaleriana”
Entrevistadores: Isaías Vásquez y Manuel Fernández
Foto:
Belkys Colina

Rondalera (R): ¿Puedes hacer una comparación con la educación pública en esa época en comparación a la de ahora?
Nildre (N): Excelente! - te daban de todo, el profesor se encargaba de enseñarte,
por ejemplo yo aprendí a tocar el cuatro, enseñaban teatro, folklore, tenían
rotación en las materias - que si era de matemática, historia, castellano- La
parte cultural era bastante amplia, muy amplia. Existía el sistema de
alimentación, a nosotros nos daban el vasito de leche y Lactovisoy, este venía
en una bolsita - la que muchos cambiábamos fuera de la escuela por helado, al
final de la clase salíamos y hacíamos el cambio- pero la educación era
excelente.
Cuando
llegué a bachillerato los equipos deportivos tenían de todo, estaban muy
completos, los laboratorios contaban con todo, clases no se perdían. La parte
cultural y deportiva era lo máximo. Cuando llegué a los colegios privados era
más limitado, eso sí, se cumplía con los horarios, los profesores daban sus clases completas aún
cuando hubiese pocos alumnos. De allí salí y entre al
Pedagógico de Caracas, llegué hasta el 4to o 5to semestre pero no lo terminé,
tuve que ponerme a trabajar, tuve a mi primera hija cuando tenía como 20 años,
después tuve a mi otro chico que ahora tiene 25 años y estudia en la Central y
ahorita que tengo a Erika, pero hemos ido evolucionando para mejor, porque crecimos en una situación bastante crítica, hemos ido subiendo y subiendo,
siempre hemos querido ir avanzando, ir avanzando, bueno mejorando. La primera
de mis hijas ya concluyó su carrera universitaria y los otros siguen
estudiando; ahorita nos estamos enfocando en que concluyan lo que nosotros no
pudimos.
R: ¿Cómo era la vida en Caracas para esa época en comparación con
la de ahora?
N: Mira
yo con un medio (Moneda) recorría toda Caracas y visitaba todas las
bibliotecas, con mis compañeros, eran las 7-8 pm y estábamos investigando y
haciendo trabajos. Cuando estaba en bachillerato, tenía que salir a las 5 am de
mi casa. Por ejemplo cuando vivía en la avenida Andrés Bello, me iba a casa de
una amiga a estudiar en una pizarra con tiza, para esa época era todo mucho más
sano y se vivía con más tranquilidad.
R: ¿Cómo llega a Rondalera o Cómo la conoce?
N: Porque
vivía en San Bernardino y me dijeron que estaban buscando una recepcionista. Yo
llegué aquí como recepcionista, la cosa es que fui escalando posición. Yo pasé
de recepcionista a secretaria, ocurrieron varios cambios, llegué a la parte
administrativa, me fui ganando la confianza de Mecha y llegué a la parte
administrativa, pero yo empecé aquí como recepcionista. Tengo 25 años
trabajando aquí.
R: ¿Cómo ha sido ese transcurrir desde que comenzó hasta ahora?
R: ¿Cómo ha sido ese transcurrir desde que comenzó hasta ahora?
N: Mira, al principio yo me sentía como una empleada más, pero aquí hubo un
momento en que el colegio lo iban a embargar, porque habían unas empleadas que hicieron
una estafa, y el colegio quedó en quiebra total, ellas querían apoderarse del
colegio, ahí nosotros nos involucramos como empleados hicimos todo lo
humanamente posible hablamos con abogados, con los representantes, se buscó el
dinero y se salvó el colegio.
Pero
el colegio estuvo a punto de desaparecer por estas personas, en ese momento fue
cuando yo empecé a sentirme rondaleriana, porque me involucre. Fue una
situación muy muy difícil porque en cualquier momento nos quitaban las llaves
de la casa y nos quedábamos sin empleo, porque ellas querían la estructura
física como tal, desde el momento en que eso pasó, hace como 15 años, desde ese
momento deje de sentirme como empleada y pase a ser parte de esta familia. Fue
un trabajo duro de 6-7 meses de abogados, de salir tarde de aquí, preparar
escritos y las cuentas que querían embargar las cuentas.
R: Cuando usted llegó a la institución ¿Llegó a este local o a
otro en San Bernardino?
N: Cuando
yo llegué, llegué aquí abajo a la Quinta Sofrán, pero a los 2 meses ya nos
estábamos mudando, de allí nos pasamos a la Quinta Los Juanes, pero era una
casa muy pequeña y nos dividimos, entonces estábamos entre la quinta los Juanes
y la Quinta que llamábamos "La Casita", donde funcionaban desde preescolar hasta 3er grado, éramos puros niños pequeñitos, ahí era la parte de música, teatro, era
un espacio para 30-40 personas.
Cuando nos solicitan La Casita nos mudamos otra vez para la Quinta Los Juanes, eso era un laberinto teníamos que pasar por un salón para llegar al otro.
Cuando nos solicitan La Casita nos mudamos otra vez para la Quinta Los Juanes, eso era un laberinto teníamos que pasar por un salón para llegar al otro.
Mecha se propuso encontrar otra
casa y encontraron esta casa, que fue ayudada a cancelar con el apoyo de los
padres. Fue otra trayectoria más de hipotecas y de todo eso, hasta
que se logró tener la casa. Yo estuve en tres mudanzas de Rondalera,
Yadira si tiene como 5 o 6 mudanzas ella porque tiene treinta y tantos años
aquí.
R: ¿Qué piensa actualmente a esta Rondalera, es diferente a la de
antes, sigue siendo igual?
N: Mira,
los profesores siguen siendo los mismos, lo que pasa es que yo siento que a los
nuevos docentes les falta más compromiso con la educación, los nuevos parece que
estudiaron la carrera porque no tienen otra opción, pero creo que les hace
falta como más amor a los muchachos, hay unos que si lo hacen por ética, pero no todos.
Los muchachos son muy apáticos, de verdad que antes eran más proactivos, estaban pendientes, por ejemplo decían: vamos a traer a una persona para entrevistar, se involucraban mucho en la política, obras de teatros, participaban más los muchachos.
Yo los veo que ahora se enfocan más en el mundo del celular, eso ha evitado tener relaciones entre ellos mismos, no conocerse entre sus padres porque lo que están es pendientes de estar viendo el bendito celular. Y eso lo digo yo en mi casa, en mi casa llegan y ya se están enchufando en la pantalla y yo:“mira aquí estoy yo”. Yo pienso que el celular les ha quitado el contacto directo con su familia y sus amigos.
El internet ha sido la separación entre la familia y los amigos, porque creen que como están pegados a una pantalla hablando... pero muchas cosas que se dicen allí no son ciertas; no es lo mismo que tener una persona que te mire a la cara. No sé qué es lo que sienten, que confían más en lo que están hablando por el celular que lo que puedan hablar estando de frente.
Los muchachos son muy apáticos, de verdad que antes eran más proactivos, estaban pendientes, por ejemplo decían: vamos a traer a una persona para entrevistar, se involucraban mucho en la política, obras de teatros, participaban más los muchachos.
Yo los veo que ahora se enfocan más en el mundo del celular, eso ha evitado tener relaciones entre ellos mismos, no conocerse entre sus padres porque lo que están es pendientes de estar viendo el bendito celular. Y eso lo digo yo en mi casa, en mi casa llegan y ya se están enchufando en la pantalla y yo:“mira aquí estoy yo”. Yo pienso que el celular les ha quitado el contacto directo con su familia y sus amigos.
El internet ha sido la separación entre la familia y los amigos, porque creen que como están pegados a una pantalla hablando... pero muchas cosas que se dicen allí no son ciertas; no es lo mismo que tener una persona que te mire a la cara. No sé qué es lo que sienten, que confían más en lo que están hablando por el celular que lo que puedan hablar estando de frente.
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